Esta guitarra flamenca ha sido construida por el maestro guitarrero Arcángel Fernández en el año 1961, considerada uno de los mejores constructores de guitarras de la historia. Sus instrumentos son muy difíciles de conseguir debido a que prácticamente la totalidad de estos fueron comprados por coleccionistas de Japón. Sus guitarras son elogiadas por guitarreros, coleccionistas y guitarristas del mundo entero.

Las maderas de esta guitarra flamenca son de la más alta calidad existente. La tapa de pino-abeto presenta un veteado muy marcado, recto y uniforme en toda su superficie, los aros y fondo son de un ciprés de una belleza y calidad supremas.

El sonido que desprende esta guitarra es espectacular, los bordones son roncos y profundos, con un sonido «hueco» que curiosamente también encontramos en sus tiples, esto realza y equilibra el conjunto de manera sublime. El volumen que desprende, la calidad y calidez de su sonido junto a su perfilada personalidad elevan este instrumento a la categoría de obra de arte.

La pulsación de esta guitarra flamenca es media, la altura de cuerdas en selleta y diapasón es reducida, proporcionando al guitarrista una gran comodidad en ambas manos y facilidad en el toque.

El estado de conservación es muy bueno. Presenta dos pequeñas fisuras en la parte superior de la tapa armónica, paralelas al diapasón, y una bajo el golpeador inferior, todas perfectamente reparadas y documentadas en las imágenes adjuntas. El barniz a gomalaca ha sido repasado ligera y superficialmente, sin afectar en ningún momento al grosor original de la madera, manteniendo, de este modo, las cualidades y características sonoras del instrumento intactas.