Guitarra clásica Enrique Garcia 1916

Esta guitarra clásica fue construida por el genio guitarrero Enrique García en el año 1916. Enrique García nació en Madrid en el año 1868 y murió el 31 de octubre de 1922 en Barcelona. A pesar de ser hijo de guitarrero (Juan García), se inició en el oficio en el taller de Manuel Ramírez en el año 1883, trabajando para él hasta el año 1895. Tras abandonar el taller de Manuel Ramírez, se trasladó a Barcelona, donde abrió su propio taller en la calle Aragón nº 309. En el año 1899 traslada su taller a la calle Aragón nº 455 para posteriormente, en el año 1902, trasladarse definitivamente a Paseo de San Juan nº 110. Enrique García está considerado el padre de la “escuela barcelonesa” o “escuela catalana” de la guitarrería española. En el año 1893 ganó el primer premio en la “Chicago World Fair”, lo que le proporcionó prestigio y reconocimiento a nivel mundial, especialmente en América Latina, donde sus guitarras eran muy demandadas. Sus guitarras se distinguen por tener un sonido muy íntimo y personal, un sonido que fue capaz cautivar a algunos de los grandes maestros de la época como Francisco Tárrega o Domingo Prat. Enrique García murió el 31 de octubre del año 1922.

Esta guitarra clásica ha pertenecido al maestro guitarrista y compositor español Graciano Tarragó (1892-1973) y ha sido adquirida directamente de la familia del artista. (VER NOTICIA)

Esta guitarra clásica contiene dos inscripciones bajo la tapa armónica escritas por el maestro guitarrero Marcelino López Nieto en el año 1973. En una de ellas describe la restauración que llevo a cabo en la guitarra y en la que especifica que cambió la tapa armónica y el diapasón, conservando la roseta y el puente (incluso los peones!) originales, sin duda alguna esta es una de las mejores restauraciones que hemos visto a lo largo de nuestra vida. En la segunda inscripción hace una dedicatoria a la memoria de su amigo Graciano Tarragó, fallecido ese mismo año.

Las maderas que conforman esta guitarra clásica son de la más alta calidad existente. La tapa armónica escogida para su restauración fue especialmente seleccionada por Marcelino para su amigo con la intención de que esta fuera algo realmente especial y excepcional. El palosanto de Brasil utilizado por Enrique Garcia para la construcción de este instrumento es simplemente maravilloso, sin olvidar que tiene más de 100 años de antigüedad, lo que le confiere unas propiedades acústicas muy especiales al instrumento.

Esta guitarra clásica tiene un sonido absolutamente maravilloso. Las guitarras de Enrique Garcia tienen un sonido verdaderamente emotivo, con una dulzura y calidez inigualables. A pesar de tener la tapa cambiada, no olvidemos que es un trabajo realizado por uno de los mejores guitarreros de la historia; el esmero y el cariño empleados para este trabajo por parte de Marcelino dada la estrecha relación de amistad que mantenía con su propietario Graciano Tarragó (recientemente fallecido) unidos al profundo respeto mostrado hacia el instrumento han dado lugar a una autentica obra de arte capaz de enamorar al guitarrista más exigente.