Esta guitarra flamenca fue construida en el emblemático taller de la calle Gravina nº7 por Faustino Conde en el año 1986, una de las últimas que el maestro guitarrero fabricó antes de su fallecimiento en el año 1988. Muchas fueron las figuras que pasaron por este taller demandando sus guitarras como Paco de Lucía, Melchor de Marchena, Niño Ricardo, Cepero, Pepe Habichuela… y un largo etc.

Esta guitarra flamenca pertenece a la colección personal de la familia Habichuela.

Esta guitarra flamenca está construida con unas maderas de una calidad superior, imposibles de conseguir hoy en día. La tapa de pino-abeto alemán presenta un veteado perfecto: rectilíneo, uniforme y muy marcado en toda su superficie, los aros y fondo están construidos con un ciprés de una calidad y belleza excepcionales. Los acabados son los típicos de Hermanos Conde. Este instrumento forma parte de una serie de guitarras construidas especialmente para los artistas de la época, eran guitarras de primera que se entregaban sin firmar, permitiendo a los profesionales el poder adquirirlas a un precio más asequible y comprometiéndose a su vez a no “hacer negocio” con ellas.

El sonido que esta guitarra desprende posee unas características y matices muy especiales, donde queda latente el inconfundible timbre flamenco propio de esta firma. Los graves son muy potentes, con un sonido «percutivo» muy especial, los agudos son cristalinos, nítidos y con una proyección increíble, un conjunto perfectamente equilibrado y con un carácter muy flamenco ideal tanto para concierto como para acompañamiento al cante y baile.

La pulsación de esta guitarra flamenca es media, y la altura de cuerdas en diapasón y selleta está perfectamente equilibrada, lo que aporta una gran comodidad en ambas manos.

El estado de conservación es excelente y original en su totalidad, no presenta grietas ni reparaciones de ningún tipo.