Guitarra flamenca Manuel Reyes 1971

Esta guitarra flamenca está construida por el maestro guitarrero Manuel Reyes en el año 1971. Sus guitarras son consideradas obras de arte y está reconocido como uno de los grandes constructores de guitarra de la historia. Sus guitarras son utilizadas por guitarristas de todo el mundo como Vicente Amigo, Tomatito, José Luis Postigo, Manolo Franco, y un largo etc.

Esta guitarra flamenca fue adquirida por su anterior propietario directamente del maestro guitarrista Pepe Martínez. Una guitarra procedente de una época del artesano en la que destaca principalmente el timbre tan flamenco de sus instrumentos y en la que utilizaba unas maderas excepcionales tanto estética como acústicamente con la intención de ser reconocido como uno de los mejores guitarreros. Tanto el cipres como el pino-abeto utilizados para su construcción son el culmen de calidad y belleza, lo que repercute directamente en el sonido de la guitarra, consiguiendo un instrumento con un timbre tremendamente flamenco y un equilibrio perfecto, con unos bordones profundos y secos y con ese particular timbre hueco propio de las mejores guitarras del constructor y con un rasgueo majestuoso que se identifica rápidamente con el carácter y sonido de las mejores guitarras de este genio guitarrero.

La pulsación de esta guitarra flamenca es media con una altura de cuerdas equilibrada tanto en el diapasón como en la selleta, proporcionando al guitarrista una gran comodidad en ambas manos y facilidad en el toque.

Su estado de conservación es excelente. Su anterior propietario, tras adquirirla directamente del guitarrista Pepe Martínez, la envío a manuel reyes para restaurar el barniz y ponerle un nuevo golpeador en el año 1985. Debido al desgaste en la tapa armónica a nivel de barniz Manuel Reyes decidió disimular y rellenar los huecos superficiales antes de barnizar para conseguir un acabado estéticamente perfecto, dado que el barniz sobre las superficies irregulares y con marcas tiende a oscurecer ocasionando un resultado con una mala estética. Por lo tanto nos encontramos ante una guitarra en un estado excelente y sin ningún tipo de fisura ni reparación a la que tan solo se le ha repasado ligeramente el barniz, sin afectar en ningún momento al grosor de la madera, y a la que se le han puesto unos golpeadores nuevos en el taller de Manuel Reyes en el año 1985. Un verdadero tesoro que por desgracia pocas veces encontramos.