Esta guitarra flamenca está construida por el legendario guitarrero Santos Hernández en el año 1935. Este guitarrero fue el discípulo más destacado de Manuel Ramírez, para el que trabajó durante 23 años. En el año 1918 abrió su propio taller en la calle Aduana 23. Desde 1916 hasta su muerte en 1943 se estima que construyó cerca de 300 guitarras. Grandes concertistas de la época trabajaron con sus guitarras, como Ramón Montoya, Andrés Segovia, Sabicas, Niño Ricardo, Regino Sainz de la Maza, entre otros.
Esta guitarra ha pertenecido al maestro Paco Cepero, una de las figuras más representativas de la guitarra flamenca de todos los tiempos.
Las maderas utilizadas para su construcción son de una calidad excelente. Pino-abeto alemán para la tapa armónica con un veteado muy marcado, recto y uniforme y ciprés real español de gran belleza para aros y fondo.
El sonido de esta guitarra flamenca es verdaderamente precioso, basta con escuchar un solo acorde para darnos cuenta que nos encontramos ante una guitarra con una calidad que sobrepasa con creces al resto, un sonido muy especial que aúna a la perfección potencia y carácter junto a delicadeza y dulzura.
La pulsación es media y la altura de cuerdas en selleta y diapasón perfecta y equilibrada, proporcionando una gran comodidad en ambas manos y facilitando la ejecución al guitarrista.
El estado de conservación es muy bueno, conserva la originalidad de todas sus partes incluyendo clavijero, gomalaca, cejuela… Presenta algunas fisuras en la tapa armónica y una en el aro, todas perfectamente reparadas y documentadas en las imágenes adjuntas. Cabe destacar la solidez de construcción que presenta y transmite este instrumento que lo hacen apto para tocarlo y utilizarlo en cualquier situación, alejándonos del tópico de que una guitarra antigua es frágil y delicada.
La guitarra se entregará junto a un certificado de autenticidad firmado por el mismo Paco Cepero.
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