LAS GUITARRAS DE QUINTÍN ESQUEMBRE, Por Santiago Míguez de la Rosa


Solera Flamenca vuelve a sorprendernos con el hallazgo y la adquisición de las tres guitarras de Quintín Esquembre: dos Santos Hernández, una de palosanto de Río de 1924, otra de ciprés de 1933 y una tercera de Marcelo Barbero de palosanto de Brasil de 1949.
VER Santos Hernández 1924
VER Santos Hernández 1933

No es el objetivo de este artículo abundar en la vida y obra de este ilustre villenero nacido en 1885, pues a tal efecto me remito al excelentemente documentado y muy ameno libro sobre el discípulo de Quintín Esquembre, Ángel Iglesias, titulado: Vida y obra de un guitarrista extremeño universal ÁNGEL IGLESIAS 1916-1977 de Jacinto Sánchez y Fernando Bermejo; nuestro propósito es sacar a la luz las tres guitarras que pertenecieron a su colección particular.

Quintín Esquembre, sigue tras la estela de grandes compositores que compaginaron la interpretación del violonchelo con la de la guitarra, como Mauro Giuliani, que formó parte de la orquesta, en calidad de chelista en el estreno de la Séptima sinfonía de Ludwig van Beethoven el 8 de diciembre de 1813, o Heitor Villa-Lobos, que era dueño de una técnica alejada de la escuela de Tárrega, pero capaz de inquietar al mismísimo Andrés Segovia.

Esquembre, no se cuenta entre los discípulos de Francisco Tárrega, pero se sabe a ciencia cierta que recibió clases de Miguel Llobet cuando sus padres se trasladaron a la Madrid.

Fue el primer guitarrista español que ofreció un concierto radiofónico en 1924, probablemente con su guitarra Santos Hernández de ese mismo año.

El Diccionario de Guitarristas de Domingo Prat publicado en 1934 recoge la producción de Esquembre hasta la fecha:

Como compositor tiene un Cuarteto para cuerda premiado en el Concurso Nacional de Música del año 1926; una Sinfonía titulada Homenaje a Beethoven, Guitarra andaluza, capricho orquestal, Estampas de Goya, suite para orquesta, y varias menos ampulosas que han obtenido gran éxito. En la actualidad está entregado por completo a la composición y es de esperar que no olvidará brindar a la guitarra algo de su gran inspiración.

Sin embargo, su obra más conocida es el pasodoble para Banda de Música La Entrada, compuesto para las fiestas de Moros y cristianos de Villena.

Para mantener a su familia en tiempos de penuria, tocó el violonchelo en la Banda Municipal de Música y en la Orquesta Filarmónica de Madrid bajo la dirección de Pablo Sorozábal, el último gran compositor de zarzuelas, al que trató de emular con la creación de la zarzuela Si vas a Calatayud que estrenó en el Teatro Victoria de Barcelona, todo esto, en detrimento de su faceta de concertista de guitarra.

Trio Esquembre

El Trío España, integrado por Manuel Hernández, Carmen Gónzález y el hijo de Quintín Esquembre, Miguel Esquembre, hizo su debut en Madrid con un concierto celebrado el 5 de febrero de 1948 en el Salón de Actos de la Delegación Nacional de Sindicatos con arreglos para guitarra del maestro.

Como era habitual en aquella época, el Trío España formó parte de espectáculos de baile junto a la coreógrafa Soledad Miralles, al igual que su discípulo Ángel Iglesias, que recorrió el mundo con su mujer, la bailaora Nati Morales, lo que nos recuerda que el mundo clásico y el flamenco en España no experimentó división hasta la aparición de Andrés Segovia, que menospreció a los guitarristas flamencos, reconociendo únicamente el talento de Sabicas.

Carmen González, dedicataria de la Canción Playera de Quintín Esquembre, con la guitarra de Marcelo Barbero de 1949

Tras la disolución del trío, Carmen Gónzález y Miguel Esquembre continuaron como dúo y contrajeron matrimonio en 1955.

Dúo formado por Carmen Lorenzo y Miguel Esquembre con las guitarras de Marcelo Barbero de 1949 y la Santos Hernández de 1924 de Quintín Esquembre

Quintín Esquembre sufrió una fibromatosis palmar en la mano izquierda en 1951 que supuso el fin de su carrera como guitarrista y violonchelista. Falleció 2 de abril de 1965.

Santiago Míguez de la Rosa