Esta guitarra ha sido construida por la popular firma José Ramírez en el año 1968, una de las épocas más prolíficas de la firma, en la que acudían a su taller guitarristas de todo el mundo tanto de clásico como de flamenco, Paco de Lucia, Manolo Sanlúcar, Narciso Yepes, Serranito… entre muchos otros.

Esta guitarra está construida con unas maderas de excelente calidad, imposibles de conseguir en la actualidad. Un palosanto de Brasil de tono avellanado con un veteado precioso y una olor dulce que indica que nos encontramos ante autentico palosanto de Brasil Dalbergia Nigra o Jacaranda. La tapa armónica de cedro del Canadá muestra un veteado rectilíneo y uniforme. Una estupenda combinación que otorgan a esta guitarra esa calidad y carácter típicos de la popular firma en esta época. Los aros están construidos con el sistema «doble aro» creado por José Ramírez III, siendo la parte externa de palosanto de Brasil y la interna de ciprés, no es contrachapado, sino dos piezas de madera maciza encoladas entre sí para obtener determinado efecto sonoro. El baretaje es realmente interesante, mpresenta una barra tranversal dispuesta diagonalmente y un abanico de 6 barras dispuestas de forma paralela.

La guitarra tiene impresas las iniciales A.S., lo que indica que fue construida por el maestro artesano Arturo Sanzano.

Este tipo de guitarras de la firma Ramírez de esta época son realmente difíciles de encontrar. La construcción es sencillamente perfecta en todos los sentidos: acabados, ajustes, maderas… Observando los detalles de construcción y la calidad de sonido que desprende es fácil entender el por qué la casa Ramírez llegó a ser durante muchos años una de las principales y más importantes firmas de la guitarrería española reconocida a nivel mundial. Su sonido aúna volumen, proyección y calidad con un timbre verdaderamente precioso, muy polivalente, que nos puede venir bien tanto para clásico como para flamenco si se hacen los ajustes pertinentes. Una guitarra que nos ha sorprendido gratamente, pues la forma de proyectar el sonido es realmente increíble y el efecto acústico que consigue con solo acariciarla escapa de toda lógica.

A pesar de presentar una altura de cuerdas algo más elevada de lo habitual para una guitarra flamenca debido a que fue construida para clásico, cabe destacar la suavidad de pulsación que ofrece tanto para la mano izquierda como para la mano derecha, resultando extremadamente cómoda y fácil de tocar para el cualquier tipo de guitarrista. Cabe destacar que esta guitarra podría adaptarse perfectamente a flamenco reduciendo la altura de la selleta.

El estado de conservación es excelente y original, sin grietas ni reparaciones de ningún tipo.

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