Esta guitarra flamenca fue construida por el guitarrero almeriense Gerundino Fernández en el año 1962, este artesano está considerado uno de los mejores guitarreros de la historia a pesar de ser autodidacta y llevar una vida bohemia hacia el final de su carrera. Sus guitarras han paseado por los mejores escenarios del mundo de la mano de concertistas como Paco Peña, Tomatito, Raimundo Amador… etc.

Esta guitarra flamenca pertenece a la primera época del guitarrero, una época que personalmente nos encanta y que le valió para consolidarse como uno de los mejores guitarreros de la época dada la calidad de sus instrumentos y el timbre tan flamenco y personal que desprendían. Presenta una roseta realmente preciosa con cerezas como motivo principal. Construida con unas maderas muy seleccionadas, la tapa de pino-abeto alemán presenta un veteado rectilíneo, uniforme y muy marcado en toda su superficie, los aros y fondo son de un ciprés sencillamente «perfecto».

La pulsación de esta guitarra flamenca es media, y la altura de cuerdas en diapasón y selleta perfecta y equilibrada, lo que aporta al guitarrista una gran comodidad en ambas manos.

El estado de conservación es excelente. La guitarra presenta dos fisuras en el aro y ha sido repasada de barniz, esta restauración ha sido llevada a cabo por el maestro Yuris Zeltins, considerado el mejor restaurador de instrumentos de todos los tiempos, realizando un trabajo impecable e invisible, conservando y respetando la originalidad y el grosor de la madera en su totalidad.