Guitarra flamenca José Ramírez III 1956

Esta guitarra flamenca está construida por José Ramírez III en el año 1956. En el taller de este guitarrero y bajo sus magistrales enseñanzas se han formado algunos de los mejores guitarreros de la época (Marcelo Barbero, Manuel Rodríguez, entre otros). Las guitarras de este genio artesano son sumamente difíciles de encontrar, de hecho y para que os hagáis una idea, a lo largo de nuestra vida hemos visto incluso más guitarras de Santos Hernández que de este guitarrero.

Esta guitarra flamenca forma parte de una colección compuesta por tres guitarras de José Ramírez y dos Sobrinos de Domingo Esteso pertenecientes a un guitarrista y coleccionista muy influyente de la época y con importantes contactos en el mundo del flamenco.

Esta guitarra está construida siguiendo la tradición de la escuela madrileña, con unas maderas espectaculares tanto por su belleza como por la calidad de las mismas y en sus detalles y pulcritud se puede apreciar el esmero y dedicación que se dedicaron para su construcción.

Esta guitarra flamenca es una joya única y muy exclusiva, pues a lo largo de nuestra trayectoria nunca habíamos conseguido ninguna. Estamos ante una guitarra construida por el mismo José Ramírez y es que, a pesar de disponer de grandes artesanos en el taller construyendo guitarras en esta época, las guitarras de primera estaban íntegramente construidas por él. Podríamos decir que es más difícil conseguir una guitarra como esta que una Torres! Su sonido es pura magia, recordándonos mucho a las mejores guitarras de Marcelo Barbero o Santos Hernández pero, nos atreveríamos a decir, que superándolo en varios aspectos, pues posee una proyección, un timbre, una comodidad, un equilibrio… que no son de este mundo.

Esta guitarra tiene la tan apreciada pulsación “de rebote” en la mano derecha combinada con una suavidad espectacular en la mano izquierda, consiguiendo el “instrumento perfecto” para pasar horas y horas tocando sin cansarse y con una agradable sensación de facilidad.

El estado de esta guitarra flamenca es excelente y original en su totalidad. Es realmente un milagro encontrar una guitarra como esta, del año 1956, con su barniz original y sin haber sufrido movimiento alguno. Tan solo presenta una pequeña fisura en el aro reparada con papel, tal como se hacia en aquella época, puesto que es una zona libre de tensiones y no presenta peligro alguno.