Esta guitarra flamenca está construida en el taller del legendario guitarrero Domingo Esteso de la Calle Gravina nº7 de Madrid en el año 1924. Este guitarrero fue uno de los discípulos más destacados de Manuel Ramírez junto a Santos Hernández y Enrique García, con los que compartió taller durante esta época. En el año 1915 decidió independizarse y abrió su propio taller en la Calle Gravina 7, por dónde desfilaron las figuras más destacadas de la guitarra de la época. Domingo Esteso murió en el año 1937 y está considerado uno de los constructores más importantes de la história de la guitarra española.

Las maderas de esta guitarra flamenca son de la más alta calidad existente. La tapa de pino-abeto presenta un veteado muy marcado, recto y uniforme en toda su superficie, los aros y fondo son de un ciprés de una belleza y calidad supremas.

El sonido que desprende este instrumento es difícil de creer y de explicar, sin duda alguna esta es la mejor guitarra de Domingo Esteso que hemos probado hasta la fecha, una guitarra con un sonido “vivo” y con una potencia y volumen impensables para una guitarra de esta época. El timbre es rotundamente flamenco y “grande”, con una capacidad de respuesta rápida y clara y con ese particular eco antiguo que tanto nos gusta.

La pulsación de esta guitarra flamenca es media, la distancia de cuerdas en diapasón y selleta está muy equilibrada, factores que contribuyen a facilitar la ejecución y aportan comodidad al guitarrista.

Es una verdadera suerte para nosotros el poder encontrar guitarras de esta categoría y en este estado de conservación tan excepcional. Esta guitarra flamenca la hemos adquirido de una familia de Madrid que ha mantenido el instrumento guardado durante prácticamente todos estos años, consiguiendo una preservación de su barniz y estado general realmente sorprendente. Tan solo hemos tenido que reemplazar los golpeadores originales que se encontraban prácticamente despegados en su totalidad, sustituyéndolos por unos idénticos y del mismo tamaño con la intención de mantener la estética original de la guitarra. Presenta una fisura en la parte central de la tapa armónica que el maestro luthier Francisco Sánchez ha podido reparar y estabilizar mediante la construcción de unas pequeñas piezas en forma de puente fabricadas especialmente para la reparación de esta guitarra , con las que ha logrado preservar la estructura interna y el sonido del instrumento intactos (ver imágenes adjuntas). Además de esto, presenta tres pequeñas fisuras en el fondo reparadas unicamente con cola dada la situación y levedad de estas.