Esta guitarra flamenca fue construida por el guitarrero almeriense Gerundino Fernández en el año 1982, este artesano está considerado uno de los mejores guitarreros de la historia a pesar de ser autodidacta y llevar una vida bohemia hacia el final de su carrera. Sus guitarras han paseado por los mejores escenarios del mundo de la mano de concertistas como Paco Peña, Tomatito, Raimundo Amador… etc.

En el año 1980, tras multitud de cálculos, bocetos y mucha ensoñación, el maestro Gerundino inició la construcción de su propio modelo de guitarra, inspirándose para ello en la figura femenina: caderas, cintura y senos, con una boquilla de forma ovoide, prolongándose en picos en tres de sus lados al igual que la base de la caja armónica. De este modelo solo construyó siete unidades: una la compró el guitarrista Paco Peña; otra un coleccionista griego a quien Gerundino llamaba cariñosamente «Taky» y una tercera la adquirió el guitarrista español Bernardo Sandoval. Las cuatro restantes las reservó para cada uno de sus hijos.

Este exclusivo instrumento mantiene la calidad de sonido y fuerza características de las mejores guitarras construidas por Gerundino pero con una resonancia algo más amplia y profunda.

La pulsación de esta guitarra flamenca es media, y la altura de cuerdas en diapasón y selleta perfecta y equilibrada, esto sumado a la facilidad de acceso a las notas más agudas que proporciona su diseño, aportan al guitarrista una gran comodidad para ambas manos.

El estado de conservación es excelente y original en su totalidad, sin fisuras ni reparaciones de ningún tipo.