Guitarra flamenca Manuel de la Chica 1957

Esta guitarra flamenca está construida por el maestro Manuel de la Chica, considerado el guitarrero más importante de Granada hasta la fecha. Su forma de construcción y su calidad de sonido son a menudo comparadas con las guitarras del maestro Marcelo Barbero, puesto que ambos colaboraron en la construcción de varias guitarras que Santos Hernández dejó parcialmente construidas en el momento de su muerte. En el año 1973, siendo ya un guitarrero de reconocido prestigio, se vio obligado a abandonar el oficio debido a complicaciones de salud ocasionadas por la inhalación de polvo y sustancias químicas. Sus guitarras son reconocidas y apreciadas por coleccionistas, guitarreros y guitarristas de todo el mundo.

Las maderas de esta guitarra flamenca son extraordinarias. La tapa de pino-abeto alemán presenta un veteado recto y con una uniformidad perfecta. Los aros y fondo son de ciprés con un veteado de gran calidad. Los acabados son sencillos, sobrios y elegantes.

El sonido que desprende esta guitarra es espectacular, los bajos potentes y profundos, los triples son dulces y brillantes a su vez, con un sustain y proyección sin igual, los armónicos que desprende son realmente mágicos, en conjunto un sonido con carácter propio y profundamente flamenco.

La pulsación de esta guitarra flamenca es media-baja con una altura de cuerdas reducida tanto en el diapasón como en la selleta, proporcionando al guitarrista una gran comodidad en ambas manos y facilidad en el toque. A esto podemos añadir la comodidad que proporciona tocar una guitarra tan liviana (apenas supera el kg. de peso).

El estado de conservación es excelente, a pesar de que en las imágenes adjuntas aparenta tener multitud de fisuras en aros y fondo es tan solo una ilusión provocada por el veteado natural de la madera. Tan solo presenta tres fisuras en el fondo perfectamente estabilizadas y que no precisan reparación alguna debido a su poca profundidad y la ausencia de tensión que se genera en esta zona de la guitarra. La gomalaca ha sido ligeramente repasada sin afectar en ningún momento al grosor original de la madera.