Guitarra flamenca Marcelo Barbero 1950

Esta guitarra flamenca está construida por el legendario guitarrero Marcelo Barbero en el año 1950, Madrid. Este guitarrero está considerado uno de los más importantes constructores de guitarras flamencas de la historia. Después de la muerte del genio guitarrero Santos Hernández, su viuda Matilde Ruíz, ordenó a Marcelo Barbero la construcción de las guitarras que Santos dejó sin terminar antes de su prematura muerte en el año 1943, haciendo uso para ello de las herramientas y el taller que tenia situado en la calle Aduana 23 de Madrid. Gracias a esto, Marcelo pudo aprender y descubrir los secretos de construcción que Santos utilizaba para la elaboración de sus guitarras, convirtiéndose así en el único discípulo y aprendiz, aunque fuese de forma indirecta, de este gran maestro guitarrero. Es por esta razón que las guitarras construidas por Marcelo Barbero posteriores a la fecha de su entrada en el taller de Santos Hernández son las más cotizadas y buscadas por los grandes coleccionistas de instrumentos del mundo, unas guitarras en las que destaca su ligereza de construcción y una extraordinaria respuesta acústica, rápida y precisa con un carácter flamenco único.

Esta guitarra es una obra maestra, para nosotros es un autentico privilegio haber podido adquirirla y exponerla en nuestra web, pues por extraño que parezca, resulta mucho más difícil conseguir una guitarra construida por Marcelo Barbero que una de D. Antonio de Torres o de Santos Hernández.

Esta guitarra es una de las joyas mas valiosas que ha encontrado Solera Flamenca a lo largo de su historia. Estamos ante una guitarra de Marcelo Barbero construida por encargo para un príncipe de Egipto que finalmente no se quedó con el instrumento. Tras este suceso el embajador de Egipto asumió el pedido quedándose finalmente con la guitarra. Nosotros hemos adquirido el instrumento directamente de la familia de este embajador. La calidad de las maderas empleadas para su construcción son sencillamente insuperables, mas aun teniendo en cuenta la época de su construcción y la escasez que en esta se sufría. Una tapa de pino-abeto alemán con un veteado muy recto y marcado con la separación ideal que el maestro buscaba siempre y con la que conseguía ese efecto de flexibilidad en la tapa que le proporcionaba ese timbre tan especial y ese rebote en el tacto que tanto nos fascina.

Su sonido es sencillamente maravilloso y sobran palabras para describirlo. Hay que verlo y sentirlo para creerlo y después de probarla ya ninguna guitarra será igual. Una joya de instrumento que reúne todas las cualidades que podamos soñar y que coronará cualquier colección por ambiciosa y pretenciosa que sea.

Las alturas de cuerda y el ajuste que presenta esta guitarra es sencillamente perfecto, esto le permite una pulsación extremadamente cómoda en ambas manos y una optimización de la fluidez a la hora de tocar el instrumento.

El estado de conservación es insólito para una guitarra de esta época, conserva la originalidad de todas sus partes (barniz, clavijero, huesos…) y tan solo presenta una fisura en el fondo perfectamente documentada en las imágenes adjuntas. El golpeador superior está totalmente despegado y se entregará junto al instrumento en el momento de su compra.